Cada vez que escucho la palabra nunca
se abren las puertas del silencio,
una bandada de pájaros se ausenta
desoyendo mis preguntas
sobre la piedra intacta del recuerdo,
cada vez que suena,
su figura intangible
se derrama entre mis manos
como el agua invisible de los besos,
se hacen eco en la distancia
la palabra, el verso, la nostalgia.