Y ahora,
que vives en la cima del misterio,
enarbolando títeres que ansían
las caricias de su propio ego,
ahora es el momento para la saciedad,
el loco apetito de lo opulento
en esa tensa espantada
hacia el descontento más absoluto.
Ahora, sólo ahora y
no más tarde es el momento,
colmado sin embargo y sin fronteras,
sobreviviendo al sueño
sobre tu confort zone flamante
que engulle el triste alarido
de los sin nada, la otra forma
de cruzar los estrechos baldíos,
igual que deshoja una moda cruel
en otra quinta avenida,
igual que arrasa la marejada
cuando siembra de nuevo al desencanto
con semillas de tardanza.