sábado, 30 de noviembre de 2019

Geometría

Uno acaba viendo la belleza
en el sonido imaginado
de los gozos sin escarnio,
en la sombra de la luz
que no ilumina los caminos,
en la antípoda del concepto
de una lógica perseverante.



Uno acaba viendo la belleza
en el viento tenue que huye
sin la tácita respuesta del zarpazo,
en la mirada honesta teñida de brillo
en la frágil caricia
que concluye su trayecto,
en el beso sin precio de la mejilla amada.

Uno acaba viendo la belleza
sin el cauto resquicio del recuerdo,
en esa geometría que nos modela
con el golpe certero del tiempo,
en los diáfanos espejos sin brillo
donde habitan las lúcidas respuestas
que muestran lo que dicen, lo que somos,
en los nombres con pasado,
uno acaba viendo la belleza
en los brazos con futuro.



Ilustración: María Canovaca


























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