miércoles, 8 de enero de 2020

Seamos sinceros

 La mirada es el lenguaje del corazón
                      William Shakespeare

Seamos sinceros,
somos el barro enquistado en la baldosa
el as de los verbos imperfectos
un árbol de la noche que proyecta
el éxtasis aparcado en los recodos,
el llanto de un trayecto sin retorno.

Seamos sinceros,
la vida nos empaña la mirada,
y narra entre suspiros
soledades repletas de distancia
fragmentos de odas y esperanza
un vuelo con la piel petrificada.

Seamos sinceros,
nada nos acompaña eternamente,
confuso nuestro pasado errante
entre rectas de palabras manchadas,
implícito nuestro futuro táctil
entre curvas de dóciles anhelos,
ni la duda eterna del amor
ni la música eterna del sofisma,
seamos sinceros,
apenas la mirada de un niño
igual que la luz sin el vacío,
esa sí permanece equidistante
cuando vuelan las gaviotas
cuando se nombra la vida
y la miel endulza el rastro de la ausencia,
donde, seamos sinceros,
se nutren los cuerpos
entre la luz de la presencia.

Ilustración María Canovaca

1 comentario:

  1. Si supieras que hace media hora me preguntaba y le extrañaba que fuera a ver una película en blanco y negro y antigua. Es una caja de preguntas y la curiosidad constante. Su vida es un interrogante y un continuo interés, además de un melómano y bailarín entre muchas cosas y sobre todo, un niño precioso como su mellizo. Precioso poema Jorge.
    Besicos muchos.

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