jueves, 23 de enero de 2020

Destello

Puedo mirar la luna
cada noche entre tu pelo,
caracoles de palabras a la espera
como versos incapaces en silencio,
que no sabré decir tu nombre
mientras tanto,
ni las letras que rubrican tu frescura
ni el presagio de los besos contumaces,
así tu estancia la horma sin frontera
que sacia con destino de aire ausente
los lances de tu miel y de mi aroma,
mi frágil movimiento entre dos luces
la luz de la palabra equidistante.

Puedo mirar la luna
cada noche entre tu risa,
aguardando fiel entre el sonido del agua
igual que entre la tarde se desliza
la noche juguetona entre tus dedos,
que no sabré mirar tu cuerpo
bajo los yertos álamos del cauce,
ni la fúlgida luz infalible de la luna
hasta el alba solitaria de humedades
que hunde entre la vida el mismo sueño.

Puedo mirar la luna
cada noche entre tu pelo
que no sabré decir tu nombre,
intrépida suerte mi intemperie
cargado de suspiros mi desvelo,
que no sabré decir tu nombre pequeño
sobre los tiempos secuaces del verbo,
ni separar la luz de la constancia
de las líneas alienantes sin salida

Puedo mirar la luna cada noche
ser un heraldo anticipado de tu vuelo
para velar sin pretensiones
junto al sueño de tu espejo.
Tu noche duerme al acecho
entre silencios de ocres azulados;
mi noche naciendo al día
por un resto de destello
que le devuelva la paz y la vida.

Foto: Jorge Romero
versión audiopoema por Nono Vázquez

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